Sencillez y calidad definen la posada de Graciela Diamante y su
marido, Carlos González Cammi, que está sobre el meandroso Arroyo
Caraguatá. Este matrimonio convirtió la propiedad de fin de semana en
una cálida casa para recibir, sin afectar el estilo de las viviendas isleñas,
construidas sobre pilotes. Techo a dos aguas y galería subrayan esa
estética tan propia del Delta. Tiene seis habitaciones, tres dentro y tres
fuera de la casa y una de ellas ubicada en el fondo del parque con vista
al monte virgen. Además cuentan con una cabaña de dos ambientes
remodelada recientemente con hidromasaje y deck privado.

Además del traslado tradicional desde Tigre y de las lanchas taxi,
cuentan, de lunes a viernes a las 18.30 con un traslado desde Puerto
Madero, para los que trabajan en en centro o para turistas alojados por la
zona.